Modernidad, individuo y diversidad funcional: Una infundamentación ética

Resumen

La Modernidad Occidental supuso una transformación radical en los esquemas de apreciación y en las prácticas de las sociedades europeas. La racionalidad, como criterio básico para la regulación de los comportamientos, junto con la categoría «individuo», en tanto que principio político, ético y económico de la persona/ ciudadano, cimentaron la cons-trucción del nuevo mundo. Engramado el individuo en los criterios de racionalidad, se constituyó una normalidad que regularía los comportamientos. Esa regularidad normativa, abstractamente definida, cobraba forma en el cuerpo, me-diante un disciplinamiento sistemático, un sometimiento de las poblaciones. Pero esa racionalidad normativa encarnada en el individuo, a su vez, operaba una exclusión de diversos colectivos, entre ellos, el de las personas con discapacidad, que, tiempos después de la constitución de la modernidad, decidieron enfrentarse a tal sometimiento. Surgió, en lugar de «discapacidad», el concepto de «Diversidad Funcional», a partir del cual es posible desvelar la que denominamos infundamentación ética de la modernidad.